jueves, 2 de febrero de 2012

Fuego en el ocaso


Sentada en este lugar, viendo el sol ocultarse a un día mas, fuego es lo que veo, lo que mis ojos gritan, rojo, furioso,  tan ajeno al tuyo , ese fuego  impuro, falso  con el que intentas quemarme, no lo lograras, ayer me encontré a mi misma huyendo de tu oscuridad, atrapada en juegos llenos de crueldad, corriendo siempre, dejando la tierra mojada de lagrimas detrás, corriendo hasta el final, hasta no poder mas, con el alma y el cuerpo adoloridos, clamando por aire para respirar, o un lugar donde gritar, encontré mi corazón incendiado y no por ti, si no por mi y lo deje invadirme, el alma el cuerpo, en calma pero ardiendo sin dudas, desde ese dia mi mirada nunca regresara, a tu lado nunca mas  estaré, escucha,  que me incendie en dolor y luego en compasión, y yo sola sane mis heridas con fuerza bruta, la fuerza de una mujer con el alma en llamas de traicion, ahí mismo le grite al ocaso tu nombre, una y otra vez, y te deje a ti también.
Si escuchas tu en el viento una risa conocida a lo lejos, no lo dudes que siempre será la mia, la que nunca pudiste apagar, cuando veas un ocaso veras, el reflejo de mis ojos, lo que un dia tuviste, lo que nunca pudiste robar y lo que nunca jamas a ti regresara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario