Sentada en
este lugar, viendo el sol ocultarse a un día mas, fuego es lo que veo, lo que
mis ojos gritan, rojo, furioso, tan
ajeno al tuyo , ese fuego impuro, falso con el que intentas quemarme, no lo lograras,
ayer me encontré a mi misma huyendo de tu oscuridad, atrapada en juegos llenos
de crueldad, corriendo siempre, dejando la tierra mojada de lagrimas detrás,
corriendo hasta el final, hasta no poder mas, con el alma y el cuerpo
adoloridos, clamando por aire para respirar, o un lugar donde gritar, encontré mi
corazón incendiado y no por ti, si no por mi y lo deje invadirme, el alma el
cuerpo, en calma pero ardiendo sin dudas, desde ese dia mi mirada nunca regresara,
a tu lado nunca mas estaré, escucha, que me incendie en dolor y luego en compasión, y yo sola sane mis heridas con fuerza bruta, la fuerza de una mujer con el alma
en llamas de traicion, ahí mismo le grite al ocaso tu nombre, una y otra vez, y te
deje a ti también.
Si escuchas
tu en el viento una risa conocida a lo lejos, no lo dudes que siempre será la
mia, la que nunca pudiste apagar, cuando veas un ocaso veras, el reflejo de mis ojos, lo que un dia tuviste, lo que nunca pudiste
robar y lo que nunca jamas a ti regresara.
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